domingo, 26 de septiembre de 2021

NUESTRAS IMPOSIBILIDADES SON LAS POSIBILIDADES DE DIOS (Lucas 13:10-17)

 


 

Algunas cosas son imposibles para el hombre.

 

Ahora, quiero que notes que no importa cuán grande tu fe natural o humana sea, hay muchas cosas que te son imposibles de hacer.

ü  Es imposible que el hombre se salve a sí mismo.

ü  Es imposible que el hombre se sane a sí mismo de enfermedades incurables.

ü  Es imposible que el hombre se saque a sí mismo de la situación en la que el mundo nos dice que nos encontramos hoy en día.

 

ü  Todo lo que quieras leer sobre la ecología, todo lo que quieras leer de los sicólogos y todas las conferencias de los sociólogos que quieras oír, te dirán que estamos condenados. "Si la comida no se termina primero, nos mataremos a nosotros mismos con la contaminación", dicen los ecólogos.

 

ü   Los sociólogos dicen: "Así, si continuamos encaminados de la misma manera, nos mataremos unos a otros, porque estamos enojados los unos contra los otros. Nadie se lleva bien con su prójimo". Y así continúa. Los comités se reúnen, los legisladores tienen asambleas para legislar y cuando terminan la asamblea, todo es en vano y el hombre continúa imposibilitado para sacarse a sí mismo del estado en que se encuentra hoy. ¿Por qué?

Porque el diablo tiene el control de ello. La Palabra de Dios dice que él (Satanás) ha venido para robar, matar y destruir.

Tú me preguntarás, "Pues, ¿qué podemos hacer?"

 

Tu necesitas obtener la fe de posibilidad.

 

A no ser que obtengas la fe de posibilidad no podrás cambiar tu destino, no podrás cambiar nada y estás destinado a la ruina.

Hay algunas cosas que la fe de tu naturaleza humana podrá llevar a cabo, y podrás hacerlo porque crees en ti mismo. En cambio, hay otras cosas que podrás creer todo lo que quieras, hacer todo lo que quieras y nunca te librarás hasta que no obtengas la fe de posibilidad de la Palabra de Dios.

Jesús dijo en Lucas 18:27: "Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios". Y leemos en Lucas 1:37: "Porque nada hay imposible para Dios".

 

¿Te das cuenta que es y hay son dos palabras de las más fuertes que tenemos en el idioma castellano?

 

El decir es posible y nada hay imposible es de lo más fuerte que tenemos en nuestra lengua. Con estas dos escrituras en nuestra mente leamos ahora, Marcos 11:22-24: "Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 

 

Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá". El día anterior Jesús se había acercado a la higuera, y en el versículo 14, El dijo: "Nunca jamás coma nadie fruto de ti". Después en el versículo 21, Pedro le recordó a Jesús estas palabras y Jesús le contestó en el versículo 22, "Tened fe en Dios". Algunas traducciones dicen: "Tened la clase de fe de Dios". La clase de fe que tiene Dios es la fe de posibilidad. Es posible con la clase de fe que Dios tiene. La fe de posibilidad es una fe que cree con el corazón, lo dice con la boca y recibe lo que cree en el corazón.

Quiero que comprendas bien la clase de fe de la cual estamos hablando. Cuando Jesús estaba hablando de esta clase de fe, El estaba diciendo, "Tened esta fe de posibilidad" o "Tened la clase de fe de Dios". El estaba hablando de la clase de fe que Dios ha ejercitado siempre. Leamos en el primer capítulo de la Biblia – Génesis 1:3, "Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz".

 

La mujer encorvada (Lucas 13:10-17)

Este es otro de los milagros que se produjo durante un sábado.

El Evangelio de Lucas nos dice: "Jesús enseñaba en una de las sinagogas en el sábado" (Lc 13:10). No se nos dice el lugar. En el versículo 11 se nos presenta el caso en pocas palabras: "Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad desde hacía dieciocho años; andaba encorvada y de ninguna manera se podía enderezar".

Es interesante el término "asthenia" que se usa en el griego para enfermedad. Este término lo encontramos también en (Mt 8:17) en conexión con una profecía de Isaías. Allí leemos: "de modo que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, quien dijo: Él mismo tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades" (Mt 5:15) (Lc 8:1-2) (Jn 5:5) (Jn 11:4).

La mayoría de nosotros hemos visto esas personas cuya columna se va encorvando (cifosis). Este es el resultado muchas veces de aplastamientos de los cuerpos de las vértebras o deformaciones de los mismos. En este caso, creemos que en forma progresiva por dieciocho años la situación había empeorado, como sucede normalmente en estos casos. La enfermedad que esta mujer tenía hoy la llamaríamos cifoescoliosis. El doctor James Rogers, cirujano ortopédico en Texas, Estados Unidos de América, piensa en la posibilidad de que la enfermedad primaria hubiera sido tuberculosis de la columna, llamada "mal de Pott".

 

La mujer estaba con su cabeza agachada, con su cuerpo encorvado por la enfermedad, con su rostro entristecido por su dolencia crónica, con su mirada hacia el suelo. ¡Qué espectáculo que una manera figurada muestra a la raza humana! ¡Pero qué distinto lo que Dios quiere para nosotros! La situación de esta mujer me hace recordar las palabras de (Lm 4:2): "Los apreciados hijos de Sion, que eran estimados en oro fino, ¡cómo son tenidos ahora como vasijas de barro, obra de manos de alfarero!".

 

Actividades sencillas como mirar hacia adelante son difíciles porque el cuello tiene que compensar la curvatura de la columna vertebral. El resultado es que cuando esas personas caminan lo hacen mirando hacia abajo en vez de hacia delante, debido precisamente a esa dificultad para mirar hacia delante. El Evangelio nos dice: "de ninguna manera se podía enderezar". No es que ella no hubiera tratado, sino que le era imposible. Las deformaciones óseas de la columna le impedían enderezarse. Indudablemente, al caminar ella no lo podía hacer con la gracia y elegancia que lo hacía antes de enfermarse. Sin duda, si tenía hermosos vestidos no podía lucirlos de la manera que una persona normal lo podía hacer. Notemos que no se hace ninguna referencia a que esta mujer solicitara su curación. El Mesías vio su condición, se compadeció de ella y la sanó.

Leamos el versículo 12: "Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Cuando Jesús de Nazaret le dijo: "mujer quedas libre de tu enfermedad", anunció un mensaje de liberación. Este es uno de los milagros que expresa el concepto de la libertad de las ataduras satánicas.

En esa sinagoga había muchas personas atadas. El principal de la sinagoga era uno de los que no lo sabían y probablemente estaba más atado que ningún otro. Es como si tuviera ataduras y cadenas por todos lados. Eran las cadenas de la religión vacía y del legalismo.

El Señor Jesús con su palabra le anunció a esta mujer la libertad. Con el toque de su mano le dio la sanidad.

lunes, 13 de septiembre de 2021

TRATADOS POR DIOS Jeremías 18:1-6

 

INTRODUCCIÓN: * Dios quiere tratar tu vida, pues indudablemente hay un propósito el cual debemos administrarlo, pero vemos que en muchos casos no hay crecimiento, sencillamente porque no le permitimos a Dios que trate con diferentes áreas de nuestras vidas.

* En un aspecto natural: “Tratar” es el conjunto de medios que se emplean para curar

o aliviar una enfermedad, o el modo de trabajar ciertas materias para su transformación.

* Dios como alfarero quería tratar con Israel para bendecirlos y cumplir su propósito,

el problema estaba en que ellos no querían ser tratados, y esto debe hacernos reflexionar.

¿Queremos que Dios nos lleve a otro nivel de crecimiento y desarrollo? ¿Queremos su trato?:

 

I. LA NECESIDAD DE QUE DIOS TE TRATE. (Jer.18:4,a)

- “La vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano”. Dios quiere hacer nuevo todo aquello que se ha echado a perder:

A. ¿QUÉ NECESITAS QUE TRATE?.

1. Áreas en relación con Dios:

a. Dios quiere tratar con el pecado (1.Jn.2:1). No podemos avanzar si mantenemos áreas de pecado en nuestras vidas, su palabra nos dice que si pecamos tenemos un abogado (Jesús), el E.S. nos convence de aquellas áreas que deben ser tratadas, pero si no dejamos que Dios trate con estas áreas, no es posible avanzar.

b. ¿Con qué estás luchando? Dios quiere tratar con los vicios, con las debilidades, con la frialdad, con la apatía, con el descuido del altar, con el cambio de prioridades, con el abandono de responsabilidades. Todo en cuanto a tu relación con Dios.

2. Áreas personales:

a. Dios quiere tratar con tu vida con el fin de restaurarte (Ecl.3:15)

“Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. ¿Qué fue?.

b. Para todo lo que fue, hay restauración completa. Para tus temores y miedos, para las heridas y los recuerdos, para los traumas, para romper con la desmotivación, para quebrar con la depresión y la indiferencia. Dios está tratando tu vida.

3. Áreas interpersonales, es decir con otras personas:

a. 20 años pasaron para tratar a Jacob en relación a su hermano (Gn.33:4) y 22 años para tratar con José hasta reencontrarse con sus hermanos (Gn.45:2-5).

b. ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para tratar con tu vida en relación a otras personas? Deja que el ponga sus manos para tratarte, que pueda salir de tu vida el perdón, el amor, la bendición “a pesar” de lo que pudieron hacerte. Deja que Dios te trate.

- ¡No te eches a perder en estas áreas, hay algo nuevo que Dios quiere hacer!.

 

II. EL PELIGRO DE NO SER TRATADOS POR DIOS. (Jer.18:4,b)

- “Hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla”. El peligro se encuentra en el tipo

de barro que tiene para trabajar ¿Qué tipo de barro eres tú? ¿Podrá hacer algo nuevo?:

A. ¿BARRO ENDURECIDO O MOLDEABLE? (2 R.5:1-11)

1. El enfado. Naamán frente al trato que recibió, se enfadó, vemos una actitud de arrogancia y orgullo, molesto, pero al fin y al cabo seguía con “lepra”.

2. ¿Cuántos Naamanes siguen con su "lepra"? Son esas áreas en sus vidas, que por no entender el trato de Dios, siguen igual. Viven “molestos”, “enojados” con los hombres de Dios y aun con la obra de Dios; enfadados y llenos de argumentos. Es peligroso ser barro endurecido, porque no ven que es un trato de Dios con sus vidas, y lo más fuerte es que la lepra continua, no hay sanidad. ¿Hay actitudes de este tipo en tu vida? ¿Qué “lepras” permanecen?.

3. La sanidad. Naamán fue al final un barro moldeable, porque sencillamente se bajó de su orgullo, de sus razones, de sus planteamientos, incluso de su enojo, fue tratado, para ser sanado y para entrar en un nuevo tiempo.

- ¡Permite que Dios haga algo nuevo, lo que mejor le parezca, pero recuerda que hay un peligro: Es tu actitud porque te puede echar a perder, o por el contrario, renovarte!

 

III. ¿QUE HACE EL TRATO DE DIOS? (1 Pedro 5:10-11)

- El Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria, después de tratarnos,

moldearnos, es decir, “después que hayáis padecido por un breve tiempo” ¿Qué ocurre?:

A. TE PERFECCIONA (v.10).

1. Comienza a salir lo mejor de ti. Aquellas áreas que se habían echado a perder, cuando dejas que Dios te trate y que sus manos te corrijan, Dios te perfecciona.

B. TE AFIRMA (v.10).

1. El trato de Dios tiene como recompensa el que te afirma, es decir, que te da seguridad en medio de toda lucha y eso hace que cuando el enemigo regrese para hacer su obra, serás inconmovible.

C. TE FORTALECE (v.10).

1. Imparte su fuerza, pues él las multiplica al que no tiene ningunas. Te hace más vigoroso y fuerte para alcanzar la victoria.

D. TE ESTABLECE – CONSOLIDA (v.10).

1. Por último, una de las bendiciones del ser tratados, hace que Dios te establezca. Se hace sólido lo que ha depositado Dios en tu vida, te afianza, y ahora sí, estás listo para crecer y no volver atrás para cometer los errores de antes, porque Dios está contigo.

 

CONCLUSIÓN: * Jeremías 18:6 Dios sigue preguntando hoy en día: ¿Podré tratar tu vida?, ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero? Como barro en las manos del Alfarero, deja que Dios trate con cada área de tu vida, en relación con Dios, en tu vida personal, en relación con otros.

* "Dios trata con mi vida", es una frase peligrosa, pero necesaria para un nuevo tiempo como Iglesia, porque es la clave para crecer.

* El propósito de Dios se cumple cuando dejas que el trate con tu vida. Debes abrir tu corazón para que lo trate y ahí se cumple su palabra, pues tras padecer un poco de tiempo: Lo mejor de ti comienza a salir, te imparte seguridad, te hace más fuerte y te consolida para cumplir todas sus promesas

* No hay atajos, no lo puedes esquivar, se llama el trato de Dios, recíbelo y crecerás.

 

“TIENES QUE SER TRATADOS POR DIOS PARA PODER ALCANZAR TUS BENDICIONES”