domingo, 30 de agosto de 2015

PROVOCANDO LA PRESENCIA DE DIOS


Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, más el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.
  Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.  Isaías 59:19-21

QUE SIGNIFICA PROVOCAR LA PRESENCIA
ES ANHELAR QUE DIOS SE HAGA MANIFIESTO
ES COMPLACER A DIOS DANDONOS POR COMPLETOS ANTE EL
ES TENER TIEMPO EN INTIMIDAD CON EL DONDE NO HAY MAS NADIE SINO TU Y EL
COMO PROVOCAR SU PRESENCIA

1.- ES ESTAR DELANTE DE SU PRESENCIA SIN PEDIRLE NADA
HACIENDO LO QUE NINGUNO SE A ATREVIDO HACER
DEJANDO QUE SE SEA DIOS QUIEN TRAIGA LO SOBRE NATURAL A NUESTRAS VIDAS.

CUANDO SE PROVOCA LA PRESENCIA DE DIOS, EL  RESPONDE CON FUEGO
LO PRIMERO QUE HACEMOS ES ARREGLAR SU ALTAR (NUESTRO CORAZON)
PONEMOS EN ESE ALTAR NUESTRA MEJOR OFRENDA (NUESTRO TIEMPO, O LO QUE MAS AMAMOS)
DIOS TE RESTUIRA TODO LO QUE PONGAS DELANTE DE EL CON GRANDES BENDICIONES
LA IGLESIA NACIENTE PROVOCO LA PRESECIA DE DIOS
ORARON
DIOS RESPONDIO CON FUEGO DEL ESPIRITU SANTO
TRAJO NUEVAS LENGUAS
TRAJO CRECIMIENTO NUMERICO
TRAJO EXPANSION FUERA CE JERUSALEN
TRAJO SANIDAD
TRAJO UNIDAD
TRAJO FINANZAS

Características del Espíritu Santo
Algunas características que la Biblia nos enseña acerca del Espíritu Santo son:
1. Él habla Hch. 8:29, Hch. 10:19
2. Él escucha Jn. 16:13
3. Nos hace saber Jn. 16:14
4. Nos recuerda Jn. 14:26
5. Nos dirige, nos guía Jn. 16:13
6. Nos enseña Jn. 14:26
7. Se entristece Ef. 4:30
8. Se puede apagar 1 Tes. 5:19
9. Se le puede resistir Hch. 7:51
10. Se puede enojar Is. 63:10
11. Él pastorea Is. 63:14
12. Él persigue Sal 139:7
13. Nos anhela St. 4:5
14. Él santifica Rom. 15:16
15. Todo lo escudriña 1 Cor 2:10

El Espíritu Santo y tú
El Espíritu Santo está metido en medio de relaciones. Él tiene relación contigo y también con tu prójimo. Él incluso está en medio de la relación tuya con tu prójimo. Ninguna de las características mencionadas anteriormente se puede dar si no hay una relación de por medio. Por lo tanto, podemos concluir que cuando el Espíritu Santo se enoja, habla, pastorea, etc., lo hace con alguien con quien mantiene una relación.

Juan 16:13: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
El hecho que una persona haya sido bautizada en el Espíritu, no quiere decir que le conozca. Al igual que un hombre o una mujer, para llegar a conocerlos, debes pasar tiempo con ellos.

Lo que el Espíritu Santo enseña
"Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.... Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”(1 Corintions 2:9-13).

Dios tiene cosas que ojo no vio ni oído oyó; es decir, que ni el ojo ni el oído reconocen, y no se pueden aprender, sino son reveladas por el Espíritu.
Aprender de Él no lo haces leyendo, sino pasando tiempo con Él.
El Espíritu Santo te enseña lo siguiente:
1. Las cosas que te han sido concedidas.
2. Las cosas de Dios.
3. Lo profundo de Dios.

A falta de comunión con el Espíritu, tenemos muchas bendiciones por perder, pues Él nos revela lo que ya nos fue concedido por el Padre. Además, no se pueden conocer las profundidades de Dios sin tener comunión con el Espíritu, pues sólo Él conoce lo profundo del corazón de Dios. Él te dice qué pedir y cuándo pedirlo, pues sabe qué te toca en qué momento.

Las cosas de Dios son sus características, como proveedor, salvador o sanador. Pero lo profundo de Dios es lo que está en su corazón: cómo Él piensa, qué le agrada, qué le desagrada, etc.; esas son las profundidades de Dios. Algunas de las profundidades que están escritas son:
1. Sin fe es imposible agradarlo.
2. La comunión íntima con Dios es con los que le temen.
3. Él busca adoradores.
4. Dios conoce a los que son suyos.
5. Él no quiere sacrificios, sino obediencia.
Jesús estableció a doce para estar con Él y para enviarlos. No podemos nosotros amar estar en la presencia del Señor y no querer predicar el evangelio, pues si alguien conoce a Dios, también sabe cómo su corazón late por las almas que se pierden. De la misma manera ninguno puede amar la obra y recoger la cosecha sin amar estar en su presencia.

Conclusión:
Para conocer a Dios, es necesario tener comunión con el Espíritu Santo. Él escudriña tanto el corazón de Dios como el nuestro, y es Él quien nos hace uno con el Señor. Y, para conocer a su Santo Espíritu, es necesario tener comunión e intimidad con Él.

Busca primeramente el reino de Dios


Mensaje Predicado por el Apostol Eduardo Licett