Juan 6:5-14
Resulta interesante observar que Dios no solo se interesa
por nuestro bienestar espiritual, sino también por el físico y el financiero. La
Biblia menciona 5 niveles de finanzas y nos muestra cómo encaminarnos hacia el
mejor de ellos.
"Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a
él una gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman
éstos?, pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
Felipe respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de
ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le
dijo: Aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos,
mas ¿Qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: haced recostar a la gente, y
había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil
varones. Y tomó aquellos panes y habiendo dada gracias a Dios, los repartió
entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; así
mismo de los peces cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus
discípulos: recoged los pedazos que sobraron para que no se pierda nada.
Recogieron, pues, y llenaron doces cestas de pedazos, que de los cinco panes de
cebada sobraron a los que habían comido. Aquellos hombres entonces, viendo la
señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que
había de venir al mundo." (Juan 6:5-14)
En este conocido y bien interesante texto, se nos muestran
cinco niveles de finanzas:
1. NECESIDAD:
"...¿De dónde compraremos pan para que estos
coman?..." (v.56).
Jesús se da cuenta que la multitud que le ha seguido es
enorme y necesita ser alimentada. Él sabe que ellos tienen hambre. Él no ignora
lo que está sucediendo. Conoce perfectamente que así como les ha compartido la
palabra que había sido pan para sus espíritus, ellos también necesitaban el pan
físico que les alimentara el cuerpo. La necesidad era evidente.
El nivel de necesidad en nuestras finanzas nos muestra que
siempre hace falta algo, que lo usual no es suficiente y que casi nunca hay de
dónde echar mano. Entre los que seguían a Jesús hubo un momento de necesidad de
alimentos para poder continuar al lado del maestro, dado que sería difícil
proseguir con el estómago vacío. La necesidad no se podía negar, estaba ahí
presente.
¿No le parece que así hay mucha gente hoy? Siempre están
necesitados de algo; nunca tienen lo suficiente, y en ocasiones, lo suficiente
tampoco alcanza. Este es el nivel de necesidad: Cuando nuestros recursos no
logran cubrir todas nuestras expectativas y necesidades; cuando lo que tenemos
es poco e insuficiente para todo lo que se requiere; cuando siempre queda un
hueco que no se cubre, una factura que no se paga, un algo que nunca llega. Eso
es vivir en necesidad.
En este nivel financiero, abunda el fiado, las deudas, la
carencia, la miseria y todos sus derivados. En este el nivel lo más visibles
son las necesidades de toda índole. Este es el nivel de los muchos
interrogantes frente a tantas necesidades: ¿De dónde voy a sacar para tantos
gastos? ¿Qué voy hacer para pagar tantas deudas? ¿Dónde voy a conseguir para
esto que necesito? Dios mío, ¿Y ahora qué hago? ¿Cómo salgo de esto?
2. ESCASEZ:
"Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían
para que cada uno de ellos tomase un poco" (v.7).
Lo que Felipe plantea es que los fondos con los que cuentan
en ese momento no son suficientes para tratar de alimentar a tan enorme
multitud. Reconoce que hay una necesidad, pero lo que ellos tienen no es
suficiente. Haría falta una mayor "inyección de recursos" para poder
cubrir esta gran necesidad. El nivel de escasez en nuestras finanzas nos dice
que nuestros recursos no son lo suficientes para cubrir cada una de nuestras
necesidades.
Fíjese que en este nivel hay una considerable suma de por
medio (en este caso, doscientos denarios, una buena cantidad si se tiene en
cuenta que un denario era lo que una persona ganaba por un día de trabajo en
ese entonces), lo que sucede es que no es suficiente para cubrir las múltiples
necesidades que afrontamos como personas y como familias.
El nivel de escasez es aquel en el que casi no podemos
cubrir nuestras deudas y las necesidades de familia. Aquí abundan las compras
de a poquito, de objeto en objeto. Es el nivel de los 3 vestidos, un sólo par
de zapatos, ofrendas y diezmos casi inexistentes porque nunca alcanza. Es el
nivel del "Yo si quisiera, pero, ¿De dónde? "No me alcanza"
"después porque ahora no me quedó para más" ¿Le suena familiar?
3. SUFICIENCIA:
"Aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada
y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?" (v.9)
Para la gran multitud no era nada, pero para el muchachito
dueño de los 5 panes y los 2 pececillos si era suficiente. El nivel de
suficiencia es aquel en el que nuestros ingresos nos dan para comer, para que
el negocio se mantenga, para vestirnos más o menos bien, pero no queda para
pasear, para vacaciones y mucho menos, para sembrar considerablemente en la
obra de Dios.
En este nivel se compra en los almacenes de regular calidad,
en los graneros populares, se tienen 2 o 3 pares de zapatos, la ofrenda es más
o menos buena y el diezmo no es tan abundante. Este es el nivel más promedio de
todos los niveles.
4. ABUNDANCIA:
"Y comieron todos y se saciaron. . ." (Mateo
14:20). "Y cuando se hubieron saciado dijo a sus discípulos: recoged los
pedazos que sobraron para que no se pierda nada." (Juan 12:12).
Ahora el panorama es distinto. Todos han comido. Todos se
han saciado. Están llenos. Están satisfechos. Ya no hay necesidad de comida.
Han recobrado las fuerzas y hay un gran suspiro de satisfacción. Este es el
nivel de la abundancia: Cuando alcanzamos a cubrir todas nuestras necesidades,
cuando podemos invertir y expandir nuestro negocio, sembrar en el Reino de
Dios, bendecir a otras personas y aún podemos ahorrar.
En este nivel aquí en VENEZUELA compramos en reconocidos
almacenes , etc. Véase Proverbios 21:5; Juan 10:10; Salmo 23:5; Deuteronomio
30:9; 2 Corintios 9:8; proverbios 3:9-10; 1Timoteo 6:17; Jeremías 31:14.
5. SOBREABUNDANCIA:
"Recogieron, pues; y llenaron doce cestas de pedazos,
que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido" (v.13).
Este es el mayor de todos los niveles económicos, y es
cuando todas las cosas están a nuestro alcance en razón de nuestra solvencia
financiera. Es el nivel donde podemos viajar a otros países de vacaciones,
compramos acciones y bonos; invertimos en empresas prósperas y con futuro,
adquirimos propiedades, y somos reconocidos socialmente. En este nivel a nuestra
familia no le hace falta nada. Tenemos dos o tres carros, casas, finca, ganado,
joyas, y más.
Véase Deuteronomio 28:11-12; Malaquías 3:10; Deuteronomio
8:17-18.
¿Quién no quiere llegar a este nivel en sus finanzas?
CONCLUSIÓN: Dios quiere prosperarnos económica, física y
espiritualmente. El Dios que llena nuestro espíritu también quiere bendecirnos
en lo físico y en lo material.
¿Cómo lo hará?
Por medio de nuestra obediencia a su Palabra; por la
eficiencia y calidad del trabajo que realicemos y las ganas que le pongamos a
lo que hacemos, y por nuestra fidelidad a sus demandas.
Nada sucede al azar. La prosperidad es un resultado, no un
fin; nuestra finalidad es Cristo y la:
"Supereminente grandeza de su poder para con nosotros
los que creemos, según la operación del poder de su fuerza" (Efesios
1:19).
Mensaje Predicado por el Apostol Eduardo Licett