Así,
los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son
llamados, mas pocos escogidos. Mateo
20:16 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. Mateo 22:14
¿Eres escogido o eres llamado? Llamados pueden ser muchos,
muchos pueden ser invitados, muchos pueden ser llamados recibiendo un anuncio o
una invitación para un evento o para un acontecimiento en específico pero pocos
son escogidos.
El ser escogido es
muy diferente a ser llamado, ser escogido implica tener un conocimiento y
una dimensión mayor para un propósito determinado y específico. Dios tiene
propósito y tiene planes específicos para tu vida, para esta iglesia y para
todos nosotros.
Dios escoge como él
quiere, Dios escoge a quien él quiere. “No es de quien quiere, no de quien
corre, es de quien él quiera tener misericordia”. La palabra de Dios declara:
“Tendré misericordia del que yo tenga misericordia” (Éxodo 33:19; Romanos
9:15).
Dios es el que
escoge, Dios es el que asigna, es Dios el que elige a su gente, es Dios quien
lo hace.
“Hice pacto con
mi escogido”. Salmos 89:3
Cuando él decide escoger y elegir, hace pacto con su gente.
Es decir que el que ha sido escogido por Dios es una persona de pacto, es una
persona de compromiso, es una persona de destino, y queridos hermanos Dios
tiene un destino para cada uno de nosotros. El salmista declaró: Dios cumplirá
su propósito en mi vida (Salmos 138:8). Y esto es que Dios cumplirá su destino.
Alguien levante sus
manos al Señor y dígale: Yo estoy dispuesto, aquí estoy Señor y tu cumplirás tu
propósito en mí.
La palabra declara:
Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y
mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos
habitarán allí. Isaías 65:9
No edificarán para que otro habite, ni plantarán para
que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo,
y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. Isaías
65:22
Muchos se preguntan por qué es que
siempre te va bien, por qué eres tan bendecido, hay gente que se pregunta
por qué si no eras el más calificado; sin embargo es porque Dios te ha
señalado, es porque Dios ha dicho: “mis escogidos disfrutarán de la obra de sus
manos”.
Todo lo que tu
trabajes lo vas a disfrutar y vas a ser bendecido porque a quien Dios escoge Dios
bendice, a quien Dios señala Dios le capacita y le da por heredad las naciones
de la tierra, reciben de lo mejor de lo mejor porque Dios les ha escogido y
Dios les ha elegido.
En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de
Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque
yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. Hageo 2:23
Queridos hermanos a través de la palabra
nosotros vemos hombres y mujeres que fueron escogidos y llamados por Dios
como Abraham, que fue escogido y señalado para ser padre de la fe, padre de
naciones y transferir el ADN espiritual, la genética de la fe a todas las
naciones de la tierra. Dios le llamó y Dios le escogió.
Abraham estaba en Ur
de los caldeos y Dios se le apareció y le dijo: Yo soy el Dios
todopoderoso, anda delante de mi y sé perfecto, sal de tu tierra y de la casa
de tu padre a la tierra que yo te mostraré porque voy hacer de ti una nación
grande y te voy a bendecir. Quien te bendiga será bendito, quien te maldiga
será maldito y te engrandeceré y serás padre de multitudes (Génesis 12).
Abraham no se imaginaba eso sin embargo fue Dios quien se le apareció y le
escogió.
Dios se le apareció a
Moisés en el desierto y le dijo, yo soy el que te he llamado y yo te escojo
y te elijo para libertar a mi pueblo Israel porque el clamor de mi pueblo ha
llegado delante de mi presencia y te envío como un libertador, di a Faraón que
deje ir a mi pueblo (Éxodo 3). Dios es el que escoge, Dios es el que elige.
Dios escogió a David
siendo un pastor de ovejas para ser rey de Israel con un fin y un
propósito: “Yo hice pacto con mi escogido”. Llamé a David mi siervo (Salmos
89:3)
Él llamó a José para preservar
y guardar el pueblo de Dios, para guardar la familia de José que emergería
como una poderosa nación con la descendencia de Abraham, lo llamó para
preservar el pueblo en tiempos de hambre y llegar a ser segundo en Israel
(Génesis 41).
Dios llamó a Samuel
desde el vientre de su madre, antes de que fuera concebido ya había sido
presentado delante del Señor y dijo: Si me das varón será profeta para ti y lo
dedicaré todos los días de su vida y siendo Samuel un niño estando en la casa
de Dios, él oyó su nombre: Samuel, Samuel. Porque Dios tenía llamado y tenía
propósito, Dios escogió a Samuel (1 Samuel 1,2).
Daniel fue escogido
por Dios para que en el momento de la cautividad él se levantara como
profeta en babilonia y dar a entender en todas las naciones y a todos los
reinos que el Dios de Abraham de Isaac y de Jacob es el que tiene el destino de
la humanidad y de los reinos y de los reyes de la tierra (Daniel 1,2).
Dios es el que escoge
hombres, Dios es el que escoge mujeres así como escogió a Ester con un
propósito determinado. ¿Cuántas doncellas preciosas hubo en tiempos de
Ester? Pero Dios le escogió para que estuviera delante del rey e interviniera
por el pueblo de Dios para que no fuera destruido (Ester 2).
Dios escoge a su
gente y queridos hermanos les estoy hablando de individuos y personas
específicas como Pablo al que Dios habló y dijo: Instrumento escogido me es
este (Hechos 9:15).
Dios llama a su
pueblo a través de las generaciones y Dios es el que escoge. Dios te ha
escogido a ti, por alguna razón estás recibiendo este mensaje.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he
puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que
todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Juan 15:16
En otras palabras: No me escogiste tú a mí, yo fui quien te
escogió a ti y te he puesto para que lleves fruto y para que tu fruto
permanezca.
Queridos hermanos
Dios nos escogió a nosotros; Dios fue el que te escogió y te sacó del mundo,
Dios fue el que puso su Espíritu en ti, Dios fue el que te puso un nombre
nuevo y el que te lavó y te limpió, el que te puso una vestidura nueva. Andabas
sin Dios y sin esperanza, andabas perdido y Dios te seleccionó, Dios te
escogió.
La palabra de Dios declara en el libro de Hageo 2:23 “Yo fui el que te escogí ha dicho Jehová de
los Ejércitos”. Dios habló a Jeremías y le dijo: Aún desde el vientre de tu
madre yo te conocí y te llamé por profeta a las naciones (Jeremías 1:5).
Dios ha tenido un
plan contigo desde siempre y hoy se está cumpliendo y está siendo evidente
el propósito y el plan de Dios, eres uno que ha sido llamado, un escogido por
Dios para algo en medio de esta generación con un propósito. Tu eres un pueblo
con destino, tu eres un pueblo de propósito, tu eres un pueblo señalado por
Dios y escogido por Dios. La palabra de Dios dice en 1 Pedro 2:9 que somos
pueblo escogido por Dios, nación santa, pueblo adquirido por Dios, linaje
escogido por Dios para que anunciemos las virtudes de aquél que nos llamó de
las tinieblas a su luz admirable.
Eres escogido por
Dios, Dios fue quien te llamó pero también te escogió, él te seleccionó, no te
escogiste a ti mismo, tu no escogiste a Dios, Dios te escogió a ti, Dios fue el
que te señaló y te trajo a sus propósitos, te trajo a su reino porque él
tiene un plan para contigo. Fuiste escogido por Dios, no eres una casualidad,
no eres un número, no eres una estadística, no eres algo del montón, es que
Dios lo tenía planificado, Dios tenía planeada tu vida, Dios tiene un propósito
contigo. Él fue quien sopló aliento de vida sobre ti. La palabra declara: Mi
embrión vieron tus ojos (Salmos 139:16). Aún cuando estabas en el vientre de tu
madre Dios estaba allí, Dios te ha traído hasta este momento con un fin y con
un propósito determinado, Dios es el que escoge. Por esa razón te salvó, él fue
quien te sanó, te libertó, te sacó del fango cenagoso, fue él quien lo hizo
porque te escogió.
¿Por qué razón estás en este momento recibiendo este
mensaje? Es porque Dios lo tenía en su agenda, Dios lo tenía en sus planes. Muchos son llamados pero pocos escogidos y
Dios te ha escogido.
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia. Colosenses 3:12
Es decir comportarse,
actuar, tener la actitud, vestirse como escogidos de Dios, santos. Jesús dijo:
sed santos porque yo también soy santo (1 Pedro 1:16).
Tu eres un escogido
de Dios y fuiste llamado a ser la diferencia, a caminar en santidad,
¡Gloria a Dios por la santidad! Él fue quien te puso a parte y te dijo: tu eres
para mi, tu eres para mi reino, para mi servicio, eres único para mi, él fue
quien te sacó del mundo, él fue quien te santificó así que permanece en esa
actitud y en esa convicción de ser santo.
Ovejas suyas somos, pueblo suyo somos y ovejas de su prado,
él nos hizo a nosotros y no nosotros a nosotros mismos (Salmos 100:3).
No creas que le has escogido, él te señaló para que hoy
estuvieras sirviéndole, buscándole, viendo su gloria, viendo su presencia.
Alguien debe entender
que no es un número ni una estadística, no eres algo fortuito, tú no eres una
eventualidad, tú eres un escogido por Dios.
Fuiste elegido para ser fructífero,
fuiste elegido para
ser un bendecido, un prosperado,
fuiste elegido para vivir en santidad,
fuiste elegido para
caminar en integridad,
fuiste elegido para vencer esta vida,
fuiste elegido para
ser un vencedor y no un perdedor, fuiste elegido para
vivir en abundancia en Cristo Jesús, que el diablo diga lo contrario, que los
infiernos digan lo contrario, que se levante el sistema, que se levante la
sociedad, que se levante la cultura, la presión, todo lo que se levante es una
mentira del diablo y el diablo es un mentiroso porque yo sé que Dios me ha escogido para ser bendecido y para ser
fructífero, para ser libertados, justificados, santificados para vivir delante
de él. “En la casa de Jehová moraré por largos días”. Salmos 23:6
Tu pasado, las
frustraciones, el lugar donde naciste quizás no ha sido lo más adecuado, pero
hoy entiende que Dios te escogió para algo. Necesitas levantarte en esta
confesión, en esta visión de que has sido escogido por Dios para ser bendecido,
para dar fruto y que el fruto permanezca. El fruto no se lo va a llevar el
diablo, no se lo van a llevar las circunstancias, no se lo van a llevar las
tragedias de la vida ni los ventarrones, no se lo van a llevar sino que va a
permanecer y será evidente, Dios es el que te ha puesto ha llevar fruto.
Por esa razón el
apóstol Pablo dijo: Soy lo que soy por la gracia de Dios (1 Corintios 15:10).
Ha sido él, fue él el que te seleccionó, fue él que te escogió, tu no le
escogiste a él. Así que deja ya de estar pensando que eres cualquier cosa, deja
de estar pensando que eres el resultado de una casualidad, deja de estar
pensando en eso, fuiste llamado por Dios y escogido de en medio del montón, no
eres parte del montón, fuiste escogido por Dios. Fuiste llamado a ser la diferencia,
gente de destino, gente con propósito.
Yo no sé tu, no sé
cual ha sido tu historia, pero yo he decidido entender y comprender que Dios me
ha escogido. Y cuando Dios te escoge no hay fuerzas del infierno, no hay
plan satánico, cuando Dios te escoge no hay eventualidades, no hay fracasos que
puedan vencer tu vida, cuando Dios te escoge hay un destino, cuando Dios te
escoge hay un propósito y Dios cumplirá su propósito en ti, Dios es el que
tiene la última palabra en tu vida.
La última palabra no la tiene el diablo, no la tiene el infierno, no
son los demonios, no es la sociedad, no es el sistema, no es tu pasado, no es
el lugar donde naciste, la última palabra la tiene Dios, el Dios todopoderoso.
Declara: Me
siento único, no soy un número, no soy parte del montón, ésta es mi hora y este
es mi momento.
Dios tiene la última palabra en tu vida. Cada área de tu
vida, tu espíritu, tu cuerpo, tus emociones, tus acciones, todo lo que hagas,
tu ser interno y tu ser externo; en todo lo que eres Dios es el que tiene la
última palabra para que seas una señal de que eres un escogido por Dios.
Mensaje Predicado por el Apóstol Eduardo Licett.