domingo, 2 de mayo de 2021

+“CIERTAMENTE, EL BIEN Y LA MISERICORDIA ME SEGUIRÁN TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA…” (Salmo 23:6)

 El bien es el valor otorgado a una acción de un individuo, es una inclinación natural a fomentar lo deseable, motivado por una comprensión del entorno, de las personas (por ejemplo a través de un profundo ejercicio de la empatía) y/o de uno mismo. Un conjunto de buenas acciones.

La misericordia es la disposición a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenas. Se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado, especialmente en el perdón y la reconciliación. Es más que un sentimiento de simpatía, es una práctica. En el cristianismo es uno de los principales atributos divinos. La misericordia es también un sentimiento de pena o compasión por los que sufren, que impulsa a ayudarles o aliviarles; en determinadas ocasiones, es la virtud que impulsa a ser benévolo en el juicio o castigo.
Su etimología, del latín misere (miseria, necesidad), cor, cordis (corazón) e ia (hacia los demás); significa tener un corazón solidario con aquellos que tienen necesidad.

      “¡Ciertamente!”

David no dijo: *“Puede ser, posiblemente, o tengo el presentimiento”. No, dijo: “Ciertamente, el bien y la misericordia”
(Salmo 23:6).
¡Con Dios es algo seguro! Santiago escribió: “.*..*en el cual no hay mudanza ni sombra de variación” (Santiago 1:17b).
* Nuestro estado de ánimo puede cambiar, nuestra forma de pensar puede alterarse, nuestra devoción puede flaquear, pero Dios nunca cambia. Escucha:
*“si somos infieles, Él permanece fiel, porque no puede negarse a Sí mismo” (2Timoteo 2:13).* En los peores momentos de tu vida puedes seguir diciendo:*“Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán” (Salmo 23:6). “me seguirán…”.Se parece a otra promesa que Dios hizo: *

*“vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones…” (Deuteronomio 28:2).* Fíjate en las palabras*‘seguirán’, ‘vendrán’ y ‘alcanzarán’.* *¡No puedes escaparte de ellas!* *Las bondades de Dios siguieron a Jonás hasta las profundidades del mar (Ver Jonás 2:3),* a Daniel hasta el foso de los leones *(Ver Daniel 6:22),* y a Juan en el exilio, abriéndole el cielo *(Apocalipsis 1:1,2)*. Detente y mira atrás: Piensa en los apuros de los que Dios te ha sacado, los líos que te ha ayudado a resolver, las puertas que Él ha abierto para ti, y*¿qué es lo que vesí* Bendiciones que no te mereces, de las que no puedes escapar *¡y que son nuevas cada mañana!*

*¿”todos los días de mi vida”? Piensa en los días venideros y ¿qué vesí ¿Días en los que estarás sacando adelante una familia? ¿Días de trabajo en “un callejón sin salida”? ¿Días de soledad o de falta de salud? ¿Días ocupados en cuidar a un ser querido enfermo? “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida” (Salmo 23:6) “el bien”* porque el Señor provee y *‘la misericordia’ porque Él perdona; ¡nunca pasarás un día sin esto!*

Puede que digas: “Pero algunos días no siento la presencia de Dios”.*¡Entonces, en esos días confía en su promesa!*