Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí. Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz. Salmos 37:8, 10-11
Jesús nos enseñó una manera de vivir totalmente diferente a lo que el mundo enseña, en su primer discurso en el sermón del monte nos enseñó algo maravilloso: bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra. Que bendición tan grande hay en ser manso en otras palabras en tener la tranquilidad, paciencia, y sabiduría para saber reaccionar de la manera adecuada y poder tomar decisiones sin dejarse llevar por la efervescencia del momento.
Una de las cosas que aprovecha el enemigo es cuando se pierden los estribos y nos dejamos abrazar por la ira.
Perder los estribos significa dejarse llevar por el momento de rabia o enojo y responder al impulso generando así resultados desastrosos. ¿Te ha pasado?, ¿Cuan a menudo pierdes los estribos en tu diario vivir?
Creo que la mayoría de problemas que tenemos hoy se debe a decisiones impulsivas y el no esperar la guía de Dios para tomarlas. Corremos y nos dejamos llevar por nuestros impulsos, nuestra arrogancia y por esos deseo de satisfacer la ira. La biblia enseña que en la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Santiago 1:20
No podemos elegir que situaciones se presentaran en cada día de nuestras vidas, pero si podemos elegir como vamos a reaccionar en cada uno de estos momentos, por eso es tan importante dejar estas áreas al control del Espíritu Santo.
El concejo de Hoy: Déjate abrazar cada instante por el Espíritu santo y en esos momentos de retos, tendrás la oportunidad de crecer y madurar.
VISUALIZA A TIEMPO cuando la ira quiere venir para abrazarte. DETENTE UN MOMENTO PARA QUE NO EXPLOTES, NO HAGAS o DIGAS alguna cosa de la cual después te arrepentirás.
Quizás para nosotros no es fácil controlar la ira, pero si lo es para nuestro amado Espíritu Santo que mora en nosotros y nos anhela celosamente. La biblia dice: “Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz”
Dios pueda bendecir tu vida de una manera sobreabundante.