INTRODUCCIÓN: * Dios quiere tratar tu vida, pues
indudablemente hay un propósito el cual debemos administrarlo, pero vemos que en muchos casos
no hay crecimiento, sencillamente porque no le permitimos a Dios que trate con diferentes
áreas de nuestras vidas.
* En un aspecto
natural: “Tratar” es el conjunto de medios que se emplean para curar
o aliviar una
enfermedad, o el modo de trabajar ciertas materias para su transformación.
* Dios como alfarero
quería tratar con Israel para bendecirlos y cumplir su propósito,
el problema estaba en
que ellos no querían ser tratados, y esto debe hacernos reflexionar.
¿Queremos que Dios
nos lleve a otro nivel de crecimiento y desarrollo? ¿Queremos su trato?:
I.
- “La vasija de barro
que él hacía se echó a perder en su mano”. Dios quiere hacer nuevo todo aquello
que se ha echado a perder:
A. ¿QUÉ NECESITAS QUE
TRATE?.
1. Áreas en relación con Dios:
a. Dios quiere tratar
con el pecado (1.Jn.2:1). No podemos avanzar si mantenemos áreas de pecado en
nuestras vidas, su palabra nos dice que si pecamos tenemos un abogado (Jesús),
el E.S. nos convence de aquellas áreas que deben ser tratadas, pero si no
dejamos que Dios trate con estas áreas, no es posible avanzar.
b. ¿Con qué estás
luchando? Dios quiere tratar con los vicios, con las debilidades, con la
frialdad, con la apatía, con el descuido del altar, con el cambio de
prioridades, con el abandono de responsabilidades. Todo en cuanto a tu relación
con Dios.
2. Áreas personales:
a. Dios quiere tratar
con tu vida con el fin de restaurarte (Ecl.3:15)
“Aquello que fue, ya
es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. ¿Qué fue?.
b. Para todo lo que
fue, hay restauración completa. Para tus temores y miedos, para las heridas y
los recuerdos, para los traumas, para romper con la desmotivación, para quebrar
con la depresión y la indiferencia. Dios está tratando tu vida.
3. Áreas interpersonales, es decir con otras personas:
a. 20 años pasaron para
tratar a Jacob en relación a su hermano (Gn.33:4) y 22 años para tratar con
José hasta reencontrarse con sus hermanos (Gn.45:2-5).
b. ¿Cuánto tiempo
tendrá que pasar para tratar con tu vida en relación a otras personas? Deja que
el ponga sus manos para tratarte, que pueda salir de tu vida el perdón, el
amor, la bendición “a pesar” de lo que pudieron hacerte. Deja que Dios te
trate.
- ¡No te eches a
perder en estas áreas, hay algo nuevo que Dios quiere hacer!.
II. EL PELIGRO DE NO SER TRATADOS POR DIOS. (Jer.18:4,b)
- “Hizo otra vasija,
según le pareció mejor hacerla”. El peligro se encuentra en el tipo
de barro que tiene
para trabajar ¿Qué tipo de barro eres tú? ¿Podrá hacer algo nuevo?:
A. ¿BARRO ENDURECIDO
O MOLDEABLE? (2 R.5:1-11)
1. El enfado. Naamán
frente al trato que recibió, se enfadó, vemos una actitud de arrogancia y
orgullo, molesto, pero al fin y al cabo seguía con “lepra”.
2. ¿Cuántos Naamanes
siguen con su "lepra"? Son esas áreas en sus vidas, que por no
entender el trato de Dios, siguen igual. Viven “molestos”, “enojados” con los
hombres de Dios y aun con la obra de Dios; enfadados y llenos de argumentos. Es
peligroso ser barro endurecido, porque no ven que es un trato de Dios con sus
vidas, y lo más fuerte es que la lepra continua, no hay sanidad. ¿Hay actitudes
de este tipo en tu vida? ¿Qué “lepras” permanecen?.
3. La sanidad. Naamán
fue al final un barro moldeable, porque sencillamente se bajó de su orgullo, de
sus razones, de sus planteamientos, incluso de su enojo, fue tratado, para ser
sanado y para entrar en un nuevo tiempo.
- ¡Permite que Dios
haga algo nuevo, lo que mejor le parezca, pero recuerda que hay un peligro: Es
tu actitud porque te puede echar a perder, o por el contrario, renovarte!
III. ¿QUE HACE EL TRATO DE DIOS? (1 Pedro 5:10-11)
- El Dios de toda
gracia, que nos ha llamado a su gloria, después de tratarnos,
moldearnos, es decir,
“después que hayáis padecido por un breve tiempo” ¿Qué ocurre?:
A. TE PERFECCIONA
(v.10).
1. Comienza a salir lo
mejor de ti. Aquellas áreas que se habían echado a perder, cuando dejas que
Dios te trate y que sus manos te corrijan, Dios te perfecciona.
B. TE AFIRMA (v.10).
1. El trato de Dios
tiene como recompensa el que te afirma, es decir, que te da seguridad en medio
de toda lucha y eso hace que cuando el enemigo regrese para hacer su obra,
serás inconmovible.
C. TE FORTALECE
(v.10).
1. Imparte su fuerza,
pues él las multiplica al que no tiene ningunas. Te hace más vigoroso y fuerte
para alcanzar la victoria.
D. TE ESTABLECE –
CONSOLIDA (v.10).
1. Por último, una de
las bendiciones del ser tratados, hace que Dios te establezca. Se hace sólido
lo que ha depositado Dios en tu vida, te afianza, y ahora sí, estás listo para
crecer y no volver atrás para cometer los errores de antes, porque Dios está
contigo.
CONCLUSIÓN: * Jeremías 18:6 Dios sigue preguntando hoy
en día: ¿Podré tratar tu vida?, ¿No podré yo hacer de vosotros como este
alfarero? Como barro en las manos del Alfarero, deja que Dios trate con cada
área de tu vida, en relación con Dios, en tu vida personal, en relación con
otros.
* "Dios trata
con mi vida", es una frase peligrosa, pero necesaria para un nuevo tiempo
como Iglesia, porque es la clave para crecer.
* El propósito de
Dios se cumple cuando dejas que el trate con tu vida. Debes abrir tu corazón
para que lo trate y ahí se cumple su palabra, pues tras padecer un poco de
tiempo: Lo mejor de ti comienza a salir, te imparte seguridad, te hace más
fuerte y te consolida para cumplir todas sus promesas
* No hay atajos, no
lo puedes esquivar, se llama el trato de Dios, recíbelo y crecerás.
“TIENES QUE SER
TRATADOS POR DIOS PARA PODER ALCANZAR TUS BENDICIONES”