domingo, 18 de marzo de 2018

PRECIO DEL LIDERAZGO



 INTRODUCCION: Todo hombre debe entender que lo más importante es entrar en su lugar en el cuerpo de Cristo, donde tendrá que intentar grandes retos y desafíos. Dios escoge a cada uno de sus hijos movido por su misericordia. Luego el tiene que trabajar en el carácter de cada uno de ellos, hasta esculpir su imagen y semejanza en sus vidas.

Muchos de nosotros en realidad nos sentimos como se sintió Moisés al bajar del monte, donde había experimentado la gloria de Dios. Dios le dio las tablas de la ley escritas con su propio dedo, pero cuando descendió del monte, encontró al pueblo desenfrenado y entregado a la idolatría. Esto le quebrantó el corazón a Moisés, rompió las tablas de la ley, quiso renunciar al ministerio. Todo líder tiene que afrontar situaciones difíciles, donde puede pensar que se equivocó, y puede sentirse tentado a renunciar al ministerio, pero hay un fuego que arde dentro de su corazones que los motiva a continuar. Moisés empieza a hablar con Dios y le presenta sus propios argumentos. (Éxodo 33:12-23)

Ø PREPARADOS PARA SOPORTAR

Como líderes tendremos que soportar con madurez algunos aspectos, que si lo sabemos manejar, no causarán ningún efecto, los líderes de nuestros días podrán encontrar situaciones como las siguientes:

ü  La crítica: Dos aspectos afectan mucho a los siervos de Dios,
1.      ver el menosprecio,
2.       escuchar la crítica, (Isaías 42:19,0).
Jeremías pudo contrarrestar la crítica, a través de la fe: “Mas Jehová  está conmigo como poderoso gigante” (Jeremías 20:11). A los apóstoles la crítica, no les hizo cambiar prioridades. (Hechos 6:1-2)

ü  La fatiga: El trabajo del líder es intenso, y puede acarrear cansancio, especialmente cuando no se tienen en cuenta la importancia de delegar algunas funciones, fue el caso de Moisés (Éxodo 18:18). No obstante, cuando las actividades se incrementan, la tensión puede evitarse, si tan solo llevamos nuestra carga y la depositamos a los pies del Señor: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:8)

ü  Tiempo: David le dijo a Dios: “En tu mano están mis tiempos” (Salmo 31:15), cuando nuestro tiempo es redimido en la presencia de Dios, trabajaremos de una manera mucho más eficaz, El Señor Jesús, aparentemente por treinta años, permaneció en el anonimato, mas cuando llegó el tiempo de Dios, dio inicio a su ministerio, y en tan solo tres años y medio, logró redimir la humanidad, fundar la iglesia, y dividir el curso de la historia. Rindamos tanto nuestras vidas y ministerios en las manos del Señor, y él nos ayudará a redimir el tiempo.

ü  La soledad: “Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba” (Lucas 5:16). Los tiempos de soledad deben ser aprovechados para incrementar la relación devocional con Dios a fin  de fortalecernos en Dios. “Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. Él redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, aunque contra mí haya muchos” (Salmo 55:17,18)

ü  Decisiones: “Esto, pues, determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con tristeza” (2ª Corintios 2:1) Pablo tomó la decisión, de siempre presentarse con gozo ante los creyentes de corintio, y que sus palabras les elevaran los ánimos. Todo líder tiene que tomar decisiones. Cuando estas se llevan a cabo en oración, se verán resultados favorables. David antes de tomar cualquier decisión en su vida, consultaba con Dios.

ü  Rechazo: Lo opuesto a la aceptación es el rechazo, Pablo fue rechazado por los de su nación, pero esto no lo hizo ceder a los caprichos de ellos, antes se mantuvo firme sin importar lo que se le viniera. Saúl por querer congraciarse con el pueblo, desobedeció a Dios y fue desechado como rey. Jesús al ser rechazado por los judíos, abrió su misericordia a los gentiles. (Juan 1:11-12)

LO QUE EL SEÑOR PROMETE

ü  Darnos ciudades y naciones
“Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos le entregará; tierra que fluye leche y miel” (Números 14:8)

ü  Autoridad espiritual
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad, y toda dolencia” (Mateo 10:1)

ü  Prosperidad en todas las dimensiones
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2)

EL LIDERAZGO DE EXITO ESTA A NUESTRO ALCANCE. HEMOS NACIDO PARA LIDERAR E INFLUIR POSITIVAMENTE EN OTROS, NO IMPORTA EL PRECIO QUE TENGAMOS QUE PAGAR, EL ESFUERZO QUE TENGAMOS QUE HACER, LAS BATALLAS QUE TENGAMOS QUE LIBRAR, SABEMOS QUE DIOS NOS LLAMO A SU SERVICIO, Y NOS APOYAREMOS COMPLETAMENTE EN EL, PORQUE EL GUARDARA NUESTRA ALMA DE LA ANGUSTIA, Y NOS HARÁ FRUCTIFICAR EN NUESTRO MINISTERIO.