INTRODUCCION: ¿Alguno de nosotros siente que ha perdido el control de su vida, que ha hecho todo lo que está a su alcance y no ve solución a sus problemas? ¿Y en la desesperación siente que no recibe respuesta de Dios? Yo creo que todos, en algún momento hemos pasado por esto… Este dia; Yo le digo que Dios tiene promesas para aquellos que esperan en El.
Vayamos a los Salmos; Les voy a leer diez versículos de diferentes Salmos que declaran el plan de Dios para los que esperan en El. Por favor escuche con atención estos diez versículos; Salmo 31:24 Esforzaos, todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón. Salmo 32:10 Muchos dolores tendrá el impío; pero la misericordia cercará al que espera en Jehová. Salmo 33:18 El ojo de Jehová está sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia, Salmo 33:20 Nuestra alma espera en Jehová: Él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Salmo 33:22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según lo esperamos de ti.
Salmo 37:7 Calla delante de Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo de los que prosperan en su camino, por el hombre que hace maldades.
Salmo 37:9 Porque los malhechores serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredarán la tierra. Salmo 37:34 Espera en Jehová y guarda su camino. Él te exaltará para heredar la tierra, y cuando los impíos sean destruidos, tú lo verás.
Posiblemente se dieron cuenta de que todos estos Salmos tienen algo en común; y es que en todos se repite las palabras esperar en Jehová. Y si seguimos, podemos encontrar una infinidad de veces a través de las escrituras las palabras esperar en Jehová.
Si vamos al diccionario encontramos que la definición de esperar es: Creer que va a ocurrir o suceder una acción generalmente favorable. O sea, que esperar en Jehová es confiar, creer o tener la certeza de que Dios va a obrar a nuestro favor.
Entonces basándonos en esta definición;
Por ejemplo el Salmo 25:3 Sería: Ciertamente ninguno de los que creen; que tienen la certeza de que Dios va a obrar; será avergonzado.
El Salmo 31:24 Sería: Continúen luchando aquellos que tienen la certeza de que Dios va a obrar; deja de pensar lo contrario y da descanso a tus pensamientos.
El Salmo 32:10 sería: El castigo para el impío será inmenso; pero el perdón de Dios cercará al que se mantiene en sus caminos y cree que Él va a obrar.
El Salmo 37:7 sería: Permanece en silencio delante de Dios y confía que El va a obrar a tu favor; no te molestes y cuestiones a Dios sobre aquellos que prosperan haciendo el mal.
El Salmo 37:9 sería: Porque aquellos que hacen el mal van a ser destruidos, pero los que confían que Dios va a obrar, recibirán la promesa.
El Salmo 37:34 Sería: Ten la certeza de que Dios va a obrar en tu favor y continúa haciendo las cosas como manda Dios; tu espera no va a ser en vano; Él va a hacer justicia y tendrás tu recompensa por confiar en Él; y sobre todo Él te asegura que vas a ver cómo son destruidos aquellos que no cumplieron con sus mandatos.
El Salmo 33:20 Sería: Lo más profundo de nuestro ser confía que Dios va a obrar a nuestro favor, porque solamente Él puede ayudarnos y protegernos.
2.- UNA PALABRA PARA NOSOTROS
Cada uno de estos Salmos es la respuesta a una situación particular de sufrimiento e injusticia. Son declaraciones de aliento a personas afligidas que como usted o como yo, en algún momento piensa que Dios lo abandona, o que tarda en intervenir en su situación.
Estos Salmos fueron escritos por gente como nosotros; gente que pasaba los mismos problemas que nosotros; pero con una diferencia; ellos tenían la convicción y la certeza de que Dios los ayudaría; y de que su situación se resolvería porque Dios tenía el control. Los salmistas declaran que aquellos que esperan en Jehová verán cómo se manifiesta la misericordia de Dios en ellos.
Dios utiliza a los salmistas para enviarnos un mensaje; el mensaje es para dar fortaleza a todo aquel creyente en tiempos difíciles; Dios conocía que vendrían tiempos difíciles que nos harían sentir abandonados, y que dudaríamos de nuestra cercanía de Él. Por eso Dios nos repite una y otra vez en los Salmos y a través de muchas partes de La Biblia, que debemos ser pacientes y esperar, y por supuesto ceder el control; Porque tenemos la convicción de que El va a hacer justicia a todos los que creen en El.
Es interesante porque; hasta el mismo Jesús antes de morir en la cruz usó las palabras de los Salmos: Jesús dirigiéndose al Padre comienza con el Salmo 22:1 Dios mío, Dios mío, Por qué me has desamparado? Y termina con el Salmo 31:5 En tus manos encomiendo mi espíritu.
Jesús ante su circunstancia de sufrimiento duda de su cercanía del Padre; más luego reconoce que debe ponerse en las manos del Padre y ceder el control de su vida.
O Sea, Que En Medio De La Crisis; El Asunto Es Cómo Ceder El Control A Dios; Qué fácil es cuando todo sale bien y tienes todo lo que tú deseas; te sientes feliz y contento y sientes que tienes el control absoluto.
Esto es como tener el control remoto del televisor; yo tengo el control y puedo cambiar el televisor cuando lo que estoy viendo no me guste; pero cuando pierdes el control remoto la cosa es diferente; comienzas a molestarte y a desesperarte y hasta te desorientas.
Sientes que pierdes el control cuando te quedas sin trabajo; cuando el negocio no va bien; cuando el matrimonio no anda bien o cuando viene la enfermedad, es cuando comenzamos a sufrir y nos desesperamos; y la desesperación nos lleva a tomar decisiones que muchas veces nos alejan de lo que Dios quiere para nosotros.
Hacemos lo que sea por cambiar nuestras circunstancias. Cada vez que las cosas no salen como quisiéramos tenemos diferentes alternativas: podemos enojarnos, podemos deprimirnos, O Simplemente Podemos Dejar Que Dios Sea Dios; Y Tome El Control. Dios nos llama a ser pacientes, a esperar en El ante las circunstancias. La palabra dice que debemos permanecer quietos y veremos la salvación de Jehová.
El problema surge cuando nos impacientamos por salir de situaciones difíciles y tomamos decisiones que hacen daño. Cuando estamos en una situación económica difícil y caemos en la trampa del enemigo y llegamos a coger prestado de lo ajeno. O si tenemos problemas en el matrimonio, tomamos el camino más fácil, abandonar el matrimonio sin luchar. De momento va a parecer que cambian tus circunstancias, pero va a continuar el mismo problema o uno mayor.
Dios nos dice que nos esforcemos y seamos valientes, debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance y luego esperar en El. Debemos continuar esforzándonos y creer que El va obrar en nuestro favor. Y por supuesto someternos a su voluntad. Pero si no le entregamos el control a Dios de nuestra vida, ¿cómo podremos conocer su voluntad?
3.- EN MEDIO DE NUESTRA CRISIS; CUANDO ENTREGUEMOS EL CONTROL A DIOS, CONOCEREMOS LA VOLUNTAD DE DIOS.
Es Simplemente Decir; “Señor Continúo Buscando Trabajo Y No Encuentro; Yo Confió En Que Tú Tienes El Control Y Que Tienes Cuidado De Mí Y Que Tarde O Temprano Va A Ocurrir Algo Para Mi Bien.”
El tener el control en nuestras manos nos da la seguridad que podemos cambiar la situación de nuestras vidas en cualquier momento. Pero cuando lo perdemos nos sentimos desesperados y muchas veces tomamos decisiones equivocadas. No entendemos que hay momentos que debemos ceder el control de nuestra vida a Dios y estamos en una constante lucha con El por querer tomar el control.
Pensamos que Dios no tiene el control o ha perdido el control cuando no recibimos respuesta y no entendemos la situación. Pero esto no es así; Dios nunca llega tarde; Dios siempre llega en el tiempo que el así lo disponga. Dios no depende de nuestra comprensión de la situación para hacer lo que quiere hacer.
Ante las situaciones difíciles en nuestra vida debemos recordar que “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1)
ESTO NO ES OTRA COSA, QUE DIOS TIENE EL CONTROL Y ÉL TIENE UNA HORA ESTABLECIDA PARA CADA COSA EN LA TIERRA; PERO SIN EMBARGO INSISTIMOS EN QUERER TENER CONTROL DE ELLAS Y APRESURAR EL PLAN DE DIOS. TENEMOS QUE CONFIAR CIEGAMENTE EN DIOS, PORQUE EL NUNCA FALLA.
No podemos decir que confiamos en Dios y vivir la vida tratando de ayudarle a resolver nuestras situaciones. ¡DIOS NO NECESITA AYUDA! Muchas veces tratando de ayudarle solamente conseguimos retrasar el cumplimiento del propósito de Dios en nuestra vida.
Iglesia: ¡Esperar en Jehová tiene promesa, hay recompensa para los que deciden creer y esperar en El!
No importa las circunstancias que ocurran a nuestro alrededor no podemos desenfocarnos, nuestro trabajo es creer en que Dios tiene el poder de cambiar nuestra situación; pero tenemos que cederle el control de nuestra vida y decidir caminar en su voluntad.
En el Salmo 32:10 dice: Muchos dolores tendrá el impío; pero la misericordia cercará al que espera en Jehová.
Los planes de Dios siempre tienen un propósito que va mucho más allá de lo que podamos imaginar. Dios en su infinita misericordia obrará a nuestro favor, veremos la justicia de Dios porque así lo declara su palabra. Dios está en control en todo momento, incluyendo las situaciones negativas. Dios usa tanto las situaciones negativas como las positivas para lograr Su propósito.
Entregarle el control de nuestra vida a Dios no es significado de debilidad o cobardía, no implica dejar de ser quienes somos, Es renovar nuestra mentalidad y sujetar nuestra voluntad a la de Cristo en obediencia y confiando en que sus planes son mejores que los nuestros y que siempre obrarán para bien. Necesitamos dejar de intentar controlar nuestro mundo y confiar en Dios para que haga el trabajo.
A veces es necesario llegar al punto donde no hay nada humanamente posible que se pueda hacer, para ver las maravillas que Dios puede hacer cuando Él tiene el control. En medio de la desesperación reconoce que no puedes más, ríndete, humíllate en su presencia, clama a El diciendo: "Yo realmente quiero alinear mi voluntad con Tu voluntad, te entrego el control absoluto de mi vida”
4.- YO TE ASEGURO QUE PODRÁS VER TU MILAGRO
pero cuando esto suceda es bien importante que reconozcas el poder y la grandeza de Dios.
Ceder el control absoluto de nuestra vida a Dios no es una decisión fácil pero si la más acertada. Dándole el control de tu vida a Dios tendrás libertad.
Jesús mismo nos enseña cómo debemos ceder el control; cuando se acerca la hora de que fuese entregado; cuando comienza el sufrimiento al saber que su hora había llegado, que sería torturado de la manera más inhumana posible y luego asesinado; Jesús ora al Padre diciendo: En Lucas 22:42 “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” En Marcos 14:36 dice Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú."
Él está sumergido en el dolor y derrama su corazón en oración. Él le pide al Padre que cambie sus circunstancias. Le pide que si hay otra alternativa, que no le permita pasar este sufrimiento; pero hay una diferencia entre la manera como Jesús maneja su crisis. Aunque pide que Dios le cambie sus circunstancias, añade: más no lo que yo quiero, sino lo que tú.
Jesús entrega todo el control de sus circunstancias al Padre. Está sufriendo por lo que va a ocurrir, pero obedeciendo y sometiéndose a la voluntad del Padre. Hubiese sido posible para Jesús justo antes de la cruz cancelar la misión y dejarnos morir a todos. Pero Esa No Era Una Opción Para Él. Nunca Lo Fue.
El no pide que se cancele la misión de salvarnos, sino que le pide al Padre que provea otra alternativa para llevar a cabo el rescate de nosotros. Aun siendo la copa una experiencia de dolor, Jesús estaba consiente que su deseo por ser librado debía estar en sujeción a su deseo supremo de librarnos, que era la voluntad del Padre.
En el momento de mayor angustia, en el momento cuando la mayoría de nosotros hubiese abandonado la misión, Jesús dice: “más no lo que yo quiero, sino lo que tú”. A pesar de la dificultad de sus circunstancias El rinde sus deseos inmediatos ante la voluntad de Dios y confía totalmente en Dios, sabiendo que el Padre siempre hará lo mejor. Jesús no niega sus sentimientos ni evita el sufrimiento, sino que por encima de su sufrimiento, nos amó. En medio de su sufrimiento, obedece por amor al Padre y por amor a nosotros.
Hay una diferencia muy importante entre ser indiferente a mis deseos y rendirlos ante Dios. Jesús no fue indiferente, sino que en confianza cede el control de sus circunstancias al Padre.
Gracias Señor Por Tu Inmenso Amor ….
CONCLUSION: Debemos aprender a entregar el control de nuestras vidas a Jesús. Cuando las circunstancias de la vida te conceden lo que tu corazón desea, te sientes feliz y contento. Cuando estas dos cosas se alejan sufrimos. Mientras más se alejan más sufrimos.
Yo te invito a que reflexiones en la situación que te está aquejando hoy y digas:
JESÚS TÚ QUE TIENES EL PODER ABSOLUTO; TE ENTREGO EL CONTROL DE MI VIDA; HAZ CON ELLA DE ACUERDO A TU VOLUNTAD.
Y si te sientes cansado; hay promesas para darte fuerzas; en Isaías 40:31 dice: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Cuando esperamos en Jehová; es cuando reconocemos y aceptamos que debemos ceder el control de nuestra vida a Jesús; entonces es cuando se renovarán nuestras fuerzas para afrontar las situaciones que vengan. Vendrán tiempos difíciles y Dios nos va a dar fuerzas para resistirlos; Dios nos va a dotar con fuerza que nosotros mismos no entenderemos de donde provienen; que por supuesto provienen de El cuándo tenemos la convicción de que Él tiene el control.
Cuando las Circunstancias no se Alinean con Tus Deseos Entrega el control de tu vida a CRISTO, espera en él y tendrás tu recompensa.