7 Consejos
para un Matrimonio Maduro
1. El matrimonio es para amar. Y amar es una
decisión, no un sentimiento. Amar es donación. La medida del amor es la
capacidad de sacrificio. La medida del amor es amar sin medida. Quien no sabe
morir, no sabe amar. No olvides: amar ya es recompensa en sí. Amar es buscar el
bien del otro: cuanto más grande el bien, mayor el amor. Los hijos son la
plenitud del amor matrimonial.
2. El amor verdadero no caduca. Se mantiene fresco y
dura hasta la muerte, a pesar de que toda convivencia a la larga traiga
problemas. El amor, ama hoy y mañana. El capricho, sólo ama hoy. Los
matrimonios son como los jarrones de museo: entre más años y heridas tengan,
más valen, siempre y cuando permanezcan íntegros. Soportar las heridas y la lima
del tiempo, y mantenerse en una sola pieza es lo que más valor les da. El amor
hace maravillas.
3. Toda fidelidad matrimonial debe pasar por la prueba
más exigente: la de la duración. La fidelidad es constancia. En la vida
hay que elegir entre lo fácil o lo correcto. Es fácil ser coherente algunos
días. Correcto ser coherente toda la vida. Es fácil ser coherente en la hora de
alegría, correcto serlo en la hora de la tribulación. La coherencia que dura a
lo largo de toda la vida se llama fidelidad. Correcto es amar en la dificultad
porque es cuando más lo necesitan.
4. Séneca afirmó:
“Si quieres ser amado, ama”. El verdadero amor busca en el otro no algo para
disfrutar, sino alguien a quien hacer feliz. La felicidad de tu pareja debe ser tu propia felicidad. No te has casado
con un cuerpo, te has casado con una persona, que será feliz amando y siendo
amada. No te casas para ser feliz. Te casas para hacer feliz a tu pareja.
5. El matrimonio, no es “martirmonio.” De ti depende que la vida
conyugal no sea como una fortaleza sitiada, en la que, según el dicho, “los que
están fuera, desearían entrar, pero los que están dentro, quisieran salir”.
6. El amor matrimonial es como una fogata, se apaga si
no la alimentas. Cada recuerdo es un alimento del amor. Piensa mucho y bien de tu pareja.
Fíjate en sus virtudes y perdona sus defectos. Que el amor sea tu uniforme.
Amar es hacer que el amado exista para siempre. Amar es decir: “Tú, gracias a
mí, no morirás”.
7. Para perseverar en el amor hasta la muerte, vive
las tres “Des”: Dios. Diálogo. Detalles.
a. Dios: “Familia que
ora unida, permanece unida”.
b. Diálogo, para evitar
que los problemas crezcan.
c.
Detalles: de palabra y de obra. “Qué bonito peinado”. “¿Qué se te antoja
comer?” “Eres el mejor esposo del mundo”. “Hoy, la cena la hago yo”. “Nuestros
hijos están orgullosos de ti”. El amor matrimonial nunca puede estar ocioso.