El
Poder de una Visión en el Ministerio
Mateo 28:18-20 Mateo
10:1-15
Introduccion: Cuando Dios llama a un individuo al Ministerio, lo
capacita y lo
envía a dicho
Ministerio, en la vida
del individuo hay
cambios, por causa
de la visión que
Dios ha puesto en
la persona, la
visión de un
líder es al
llamamiento que Dios
le da para
llevar a cabo sus
planes y propósitos,
es el sueño inspirado por Dios
que arde en su
corazón y que
lo motiva a
cumplir el propósito
de Dios con
su vida.
Alguien dijo
que la fuerza, el poder
y la intensidad
con que logremos
llevar a cabo
el ministerio está en
proporción directa con
la visión que
se ha recibido,
si no hay
visión ministerial no
hay un verdadero motivo
que nos impulse
y nos comprometa
a desarrollar el
ministerio, el objetivo
principal y absoluto
del Ministerio es la visión
que ha recibido
en dicho ministerio,
sino hay visión,
demás se esta
en el Ministerio.
El término
visión indica todo
el conocimiento que
se obtiene de
alguien acerca de
sus planes, metas,
proyectos, ambiciones, propósitos,
y objetivos a alcanzar.
Si este concepto
lo llevamos desde
el punto de
vista ministerial: Visión
Ministerial: Es el
conocimiento de la
perfecta voluntad de
Dios en lo
concerniente, a sus
planes, metas, propósitos
proyectos, que Dios
a designado hacer
y alcanzar en
dicho ministerio.
Alguien
dijo que tener
visión de Dios,
es ver las
cosas como Dios
las ve y
conocer lo que
Dios conoce. Gn. 15:5
El
término visión en
Hebreo es Chazon y
del Griego Horasis, y
se refiere con
la habilidad de
percibir, captar, entender
o discernir el
sueño que Dios
pone en nuestros
corazones.
IMPORTANCIA
DE TENER UNA
VISIÓN EN EL
MINISTERIO
En las observaciones que
a continuación presentaremos usted
podrá darse cuenta
lo importante que
es tener visión
en el ministerio
y lo nocivo y
letal que puede
ser el no
tenerla.
En una ocasión
se le pregunto
a Helen Keller,
que si había
algo peor que
nacer siendo ciego
y ella contestó
en una forma
afirmativa que sí;
nacer con vista
y no tener visión. La desgracia
más grande para
un individuo está
en no sentirse
realizado en la
vida, y de
la única forma
que el individuo
se sienta realizado
es que haya
alcanzado sus propósitos
y sus proyectos
que sería lo mismo
decir la visión.
La visión es la idea de Dios
revelada al hombre para que este la ejecutara, así
fue con los grandes líderes de la biblia y se cumple igual ahora con todos
nosotros. si pudieras preguntarle al señor cual es su visión para este tiempo,
El te respondería "que toda persona conozca el evangelio y que viva de
acuerdo a mi palabra". este fue el mandato de Jesús a sus discípulos y se
conoce como la gran comisión: "por tanto id y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándoles en el
nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, enseñándoles que guarden todas
las cosas que yo os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros, todos los días
hasta el fin del mundo" Mateo 28:19,20.
La visión de Dios para el tiempo postrero
no es nueva. El objetivo de la visión es ganar almas y hacer discípulos, pero
para ello el señor a través de su palabra, nos da la estrategia para retener el
fruto y formarlo hasta hacer de cada creyente un líder dispuesto a multiplicarse
como nos lo enseño el Señor: Esto es la visión celular o la Visopn de Cristo
LA ESCALERA DEL EXITO
GANAR
Es la etapa de evangelismo, la cual se ejecuta a través del contacto personal,
o en forma masiva, aprovechando reuniones congregacionales. Ganar a los
perdidos para Cristo, es una labor que no depende de nuestra decisión, sino que
es un requerimiento hecho por el Señor en la Gran Comisión (Mateo 28: 18,19)
Gracias a que los discípulos de Cristo
empezaron a cumplir con este mandato, el mensaje de salvación llegó hasta
nuestros días y hemos sido rescatados, ahora nuestra responsabilidad, es
continuar con esta tarea.(Juan 17: 3; Proverbios 11: 30b)
Ganar almas, es como un arte en el que se
combinan: el tiempo de Dios, la unción divina, y la sensibilidad al Espíritu
Santo.
Todo aquel que recibió la salvación sin
que le costara nada, debe dedicarse a compartirla con otros. Todos estamos
llamados a luchar por la salvación de una vida.
El proceso de ganar implica compartir el evangelio con otros: amigos, familiares,
conocidos circunstanciales, etc., Lo hacemos hablando de nuestra propia
experiencia con el Señor y de cómo El, por amor, envío a su Hijo Jesucristo
para salvarnos. Cada vez que compartimos el mensaje debemos procurar que la
persona entregue a su vida a Jesús, lo cual se concreta guiándole en la oración
del penitente e invitándole a una de nuestras reuniones. También ganamos a
otros que han sido invitados a las reuniones y todas ellas finalizan invitando
a los nuevos a repetir la oración. No hay reunión en que este proceso no se
realice ya que es el primer paso para obtener la victoria en la aplicación de
la Escalera del Éxito
CONSOLIDAR
Consiste en conservar el fruto alcanzado en la etapa de ganar. Es el cuidado
que se debe brindar al recién convertido y constituye un proceso eficaz para
formar discípulos, cumpliendo de manera integral con la Gran Comisión (Mateo
28: 18-20; Juan 15:16,17)
En la consolidación, el nuevo reafirma su
decisión personal por Jesucristo, a través de la atención que se le brinda a
cada uno, desde el instante de la entrega. Es un trabajo que exige dedicación,
entrega, y esfuerzo por ver a los nuevos creyentes solidificarse en su fe (
Gálatas 4:19)
La Consolidación No termina culmina
cuando la persona ha asistido a un Encuentro con Jesús.
La consolidación es un proceso continuo
en otras palabras nadie dejara de ser padre como tampoco dejara de ser hijo.
Hay padres ausente o hijos que se van de la casa, pero ese vinculo permanece.
El éxito en el proceso de consolidación
está fundamentado en el amor que se le brinda al nuevo creyente tan pronto
llega a la congregación o a la célula. Cualquier actitud de rechazo puede
causar heridas en su ser. Este amor se concreta la protección, la confianza y
la seguridad que se le otorgan al nuevo haciéndolo sentir como en su propio
hogar. . r.
DISCIPULAR
En el desarrollo de la visión uno de los
principales objetivos es hacer de cada creyente un líder, alguien capaz de
reproducir el carácter de Cristo, en él y en otras personas. Ello demanda una
etapa de formación que se denomina discipulado, que equivale a un entrenamiento
que prepara a cada individuo, para ganar a los perdidos y ejercer un liderazgo
de influencia positiva. Esta etapa también está determinada en la Gran Comisión:
"...Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado" (
Mateo 28: 20). Discipular a un creyente es lograr que se integre a la Escuela
de lideres y alcance su meta, para que pueda luego abrir una celula.
Escuela de Líderes. Es el programa
institucional mediante el cual se preparan los creyentes recibiendo los
principios fundamentales de la vida cristiana y de la visión de la iglesia, con
los cuales se convertirá en un nuevo líder preparado para la multiplicación.
La formación básica se realiza a lo largo de tres niveles de capacitación, en
los que se ven materias como seminario y doctrina, además de iglecrecimiento y
principios de liderazgo asociados a la visión.
A través de la Escuela de Líderes se procura:
- Que los estudiantes conozcan el fundamento de la vida cristiana y lo
experimenten en su vida.
- Conozcan la Visión a detalle y cómo desarrollarla a través de su
propia célula.
- Descubrir su potencial de liderazgo y desarrollarlo.
ENVIAR
Toda persona que ha recibido capacitación en aspectos teológicos y doctrinales,
y ha captado el carácter de Cristo durante la etapa del discipulado, estará
preparada para reproducirse en otros cumpliendo una misión evangelística.
(Mateo 9:38)
Durante este proceso, el creyente formado
comprende que debe poner a funcionar los talentos que Dios le ha entregado y
que han sido perfeccionados durante la capacitación (Hechos 6:3)
Cuando alguien estudia
una carrera es para aplicarla, de igual modo, la formación de un
discípulo implica reproducir el carácter de Cristo en él, para que éste se
encargue de reproducirlo en otros. Cada quien debe tener en el corazón el deseo
de alcanzar a otros para Cristo. Esta es una labor que Dios no le delegó a los
ángeles, sino a los hombres.
.
No se necesita ser un teólogo para proclamar la verdad de Jesús, la mujer
samaritana no sabía nada de teología, pero dijo: "Conocí a un hombre que
me dijo todo lo que yo era ¿será este el Cristo?", y con esto ganó a toda
la ciudad de Samaria para el Señor. .
Todo aquel que pasa por los pasos anteriores debe quedar listo y dispuesto para
ser enviado a compartir la experiencia de lo que Jesús ha hecho en su vida, y
esto atraerá a otros a los pies de Cristo. En la etapa de enviar, el Señor nos
equipa para ir a conquistar las naciones. .